Emprender e influir en la sociedad: las mujeres demuestran que es posible

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De izquierda a derecha: las empresarias Flávia Crizanto, Flavia Poppe y Andressa Trivelli(Reproducción/Instagram) (Archivo personal)

Generar empleos y promover el desarrollo económico y la transformación social son algunos de los objetivos comunes de las empresarias Flávia Crizanto, Andressa Trivelli y Flavia Poppe. A través de sus empresas, buscan marcar la diferencia, desarrollando servicios que impacten en la sociedad y dando visibilidad a cuestiones sociales y ambientales.

Las tres forman parte del universo de 10,3 millones de mujeres propietarias de empresas en Brasil, según un estudio del Sebrae basado en datos de la Encuesta Nacional Continua por Muestra de Domicilios (PNAD) del tercer trimestre de 2022.

El emprendimiento femenino en el país no es una tarea fácil de llevar a la práctica. Las mujeres enfrentan retos como la competitividad de género, la multiplicidad de horarios, la falta de incentivos, los prejuicios y la desigualdad salarial en comparación con los hombres. Para Crizanto, Trivelli y Poppe, el emprendimiento puede volverse aún más desafiante, ya que sus negocios tienen el ADN de crear un propósito positivo en el mundo.

Más mujeres en el mercado laboral

En 2018, cuando Flávia Crizanto fundó Experta, agencia especializada en link building y SEO, el propósito era crear un modelo de negocio innovador, fuera del patrón tradicional del mercado, porque sus experiencias previas de trabajo con un contrato formal no fueron positivas.

Cuenta que, además de haber sufrido acoso laboral, sus experiencias corporativas no fueron muy acogedoras con las necesidades de las mujeres. «Esto fue un aliciente para fundar Experta, porque decidí que, a través del emprendimiento, podíamos cuestionar las estructuras sociales que nos perjudican a las mujeres»

Desde su fundación, la empresa ha trabajado con jornadas reducidas, flexibilidad y home office, propuestas que buscan facilitar la presencia de la mujer en el lugar de trabajo. El resultado ha sido positivo: en Experta, el 90% de los empleados son mujeres.

«Esta es una manera que he encontrado para crear un ambiente que promueva la inclusión y el equilibrio, especialmente para las mujeres, que tienen una historia de ser barridas de la sociedad», dice Crizanto.

Para ella, el emprendimiento femenino es mucho más que una tendencia, es una forma de revolución. «Las mujeres juegan un papel fundamental en el mundo empresarial. Por eso intento inspirar a otras mujeres para que lideren, innoven y emprendan con pasión»

Las agendas abrazadas por Experta han sido reconocidas por la sociedad. La empresa fue finalista en los premios organizados por el Congreso de Gestión y Recursos Humanos del Interior de São Paulo (Congerhi) – edición Niterói (RJ). La iniciativa reconoce acciones innovadoras dirigidas a la valorización de los empleados, la diversidad y la inclusión.

Vivienda independiente para personas con discapacidad intelectual

Las preocupaciones e inquietudes de tres madres de jóvenes con discapacidad intelectual fueron el punto de partida para la fundación de la Instituto JNG,la primera iniciativa de vivienda para vida independiente para personas con discapacidad intelectual y/o autismo en Brasil.

Con el fin de la etapa escolar y la transición a la edad adulta de sus hijos, que eran compañeros de colegio, compartían preguntas como «¿dónde irán?», «¿cómo podrán formarse?», «¿dónde vivirán?», entre otras.

Las letras J, N y G, que dan nombre al instituto, son las iniciales de los nombres de los jóvenes. Actualmente, solo Flavia Poppe, madre de N, se dedica al negocio, que abrió en noviembre de 2021 en el edificio Uliving de Río de Janeiro.

El innovador modelo tiene un enfoque respetuoso e inclusivo: se centra en la persona más allá de la discapacidad, tratando al residente sin infantilizarlo y promoviendo un entorno que permita su crecimiento y realización personal. Con apoyo profesional e individualizado, los adultos en sus propios hogares experimentan un proceso de maduración, ganando autonomía, desarrollando habilidades y aprendizajes prácticos.

Para el director general de JNG, la vida independiente abre nuevos horizontes para los adultos con discapacidad y sus familias. «Sin aislamiento, sin residencias segregadas y con privacidad, libertad y autonomía, como garantizan la Convención de la ONU y la Ley de Inclusión brasileña, aportamos una nueva mirada al adulto discapacitado, rompiendo paradigmas y promoviendo una transformación en nuestra sociedad», afirma.

Poppe destaca la desigualdad de género y el cuestionamiento y desconfianza en las capacidades de gestión y liderazgo como uno de los principales retos para las mujeres emprendedoras. Otras barreras que señala son el escaso acceso a financiación, inversiones y créditos, así como el síndrome del impostor, caracterizado por una autocrítica exacerbada que puede afectar a la toma de decisiones y a la búsqueda de oportunidades.

Impacto socioambiental

Desde su adolescencia, Andressa Trivelli ha trabajado en organizaciones sociales y en empresas gubernamentales y privadas. Sin embargo, fue en su experiencia empresarial donde se consolidó.

Fundadora y directora general de Rede Tekoha,cuenta que la búsqueda de su propósito en la vida y en el trabajo empezó a dar señales en 2005. Dos años después, conoció a su ex pareja y juntos fundaron el negocio.

En ese entonces, había una propuesta diferente al trabajo actual, pero el objetivo de generar un impacto positivo en la sociedad siempre estuvo presente.

Actualmente, la organización atiende a empresas, institutos y fundaciones que necesitan alinear estrategias con acciones de impacto y ESG. «Nos especializamos en diseñar y desarrollar junto a fundaciones e institutos que nacieron con el objetivo de resolver un problema social o ambiental», explica.

La Red Tekoha cuenta con una mayoría de colaboradoras mujeres. Trivelli asegura que, como mujer emprendedora, aún encuentra prejuicios en el camino. «A menudo oigo las frases: ‘¿Tú eres la empresaria?’ o ‘¿No hay alguien más grande o mayor en la empresa? Por eso siempre siento que tengo que decir que sí, que soy la dueña del negocio, que soy la que firma todo», afirma.

Dice que, como una forma de dar más fuerza al empresariado femenino, aconseja a las mujeres que se unan y estén al lado de otras mujeres. «Tengo grandes experiencias. Siempre priorizo a las proveedoras y clientes mujeres. Es una forma de apoyarnos y potenciarnos mutuamente»

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