América-RN tiene una historia casi centenaria, hinchas apasionados y una infraestructura en constante modernización para los equipos juvenil y profesional. El revés de caer a la Serie D, la última división del Campeonato Brasileño, fue por supuesto un golpe, pero no minó la confianza de SAF, que invierte en el club desde septiembre de 2023, un mes después del descenso.
Pedro Weber, CEO del grupo Hipe Capital, la sociedad anónima de fútbol que ahora posee el 80% del club, promete invertir 174 millones de reales en los próximos cinco años y volver a colocar al Mecão Potiguar entre los 30 o 40 mejores equipos de Brasil. El presupuesto y la organización están ahí. Naturalmente, se esperan los resultados en el campo.
«Un club con aficionados siempre exige resultados muy rápidamente. América está muy por debajo de lo que podría dar. Hoy está en cuarta división y tiene capacidad para ser uno de los 30 o 40 clubes de Brasil. Existe esa exigencia de clasificar para la Serie C y hasta nuestra propuesta de inversión tiene en cuenta eso. Tenemos que ser protagonistas de la Serie C», afirmó Weber. La última vez que el América de Natal jugó en la Serie A fue en 2007.
El equipo, fundado en 1915, fue campeón estatal el año pasado, pero terminó la temporada relegado en el escenario nacional. Actualmente, han ganado la primera fase y una nueva victoria en la segunda les dará el título directo de la competición. El calendario aún incluye la segunda fase de la Copa do Brasil, la penúltima antes de los octavos de final – se enfrentan al São Luiz el miércoles 13 en el Arena das Dunas de Natal – y la Copa do Nordeste.
Incluso en seis meses de gestión, los resultados son satisfactorios. El SAF tuvo una acogida inmediata y el número de socios pasó de 5.000 a 15.000. Además, el club superó la marca de 100.000 aficionados en nueve partidos en casa de la Serie C. Este año, hubo 18.700 aficionados de pago en casa en el estado, 11.000 más que su rival ABC.
Mira los principales extractos de la entrevista con Weber:
¿Cómo fue recibida la SAF por antiguos socios y aficionados? Este cambio en la cultura de gestión es un proceso muy doloroso. Yo dividiría la acogida en dos momentos: uno en el que se abraza mucho el proyecto, hoy con 15.000 socios, incluso con el descenso del año pasado, un poco pre-SAF; por otro lado, seguimos sufriendo mucho por parte del consejo, de la asociación. El control de los antiguos propietarios era aún más restringido y seguimos sufriendo un poco en el día a día, pero nos manejamos bien con la ejecutiva. Ahí hay cinco o seis miembros que se oponen bastante, pero es natural y es una condición por la que pasarán todos los clubes.
¿Cuáles son los planes para el América aún después del descenso? El América es un club que estaba muy atrasado en su manejo mercadológico, comercial y de afición, y eso toma tiempo para madurar. Ya tenemos una propuesta de aportes hasta que podamos consolidarnos. Los próximos tres o cuatro años seguirán siendo de capital de trabajo, de inversión, de aportes, para recuperar lo que creemos que es el protagonismo en la Serie D y en la Serie C. Ya estamos pensando en hacer del América un club sustentable y dejar de depender del financiamiento.
¿Necesitan que se den los resultados en la cancha para que continúe la inversión? Tenemos un presupuesto definido para el gasto. Estamos propiciando una pérdida operativa. Si progresamos en la Copa de Brasil, por ejemplo, la necesidad de invertir más dinero disminuirá. Pero podemos evaluar la necesidad de invertir más. Es ese negocio, no tiene sentido gastar dinero si ya tenemos una inversión allí y no vamos a cambiar mucho.
La primera FAE en Río Grande do Norte, ¿ya está provocando competencia el América? Sí, vemos [esta competencia]. No sólo ABC-RN, sino otros grandes del nordeste. Hay un gran movimiento de Botafogo-PB, estudios de CSA y CRB [ambos de Alagoas]… Lo que veo es que, en cuanto sea posible, quien se adelante cosechará los frutos. Ya nos estamos preparando para esta nueva competencia que se avecina. Es un movimiento que va a ocurrir, no sólo en el Nordeste, sino en todo Brasil, y va a ser cada vez más difícil para los inversores entrar.
View this post on Instagram
A post shared by América Futebol Clube (@americafcnatal)
¿La modernización de la Arena influye en la recepción de los aficionados? Utilizamos mucho la Arena das Dunas, que es una de las mejores instalaciones que tenemos en Brasil en términos de costo-beneficio. Tiene 32.000 localidades, está en el centro de la ciudad, está bien gestionado y su explotación es barata. Difícilmente podremos jugar muchos partidos allí, ya que está dentro del CT, a 20 minutos del centro de Natal. Es importante tener nuestra casa, en un estadio más pequeño, más acogedor, con las condiciones para albergar partidos de menor envergadura y la condición de tener el Arena das Dunas para 10.000 aficionados en adelante. Estamos estructurando bien el Arena América, con focos, gimnasio, fisioterapia, salas administrativas, capacidad para 5.000 aficionados, etc. Vemos que los aficionados vieron que estaba muy abandonado y ahora hay una modernización.
¿Así que hay una sorpresa positiva para los que llegan? Por supuesto. El mercado es pequeño y los jugadores hablan entre ellos. Además de tener las obligaciones al día, la estructura al día, la ciudad, son geniales. Bromeamos con que en poco tiempo tendremos otro problema: jugadores que no quieren irse y se instalan en Natal.
View this post on InstagramA post shared by América Futebol Clube (@americafcnatal)
¿Cómo eligieron al América? Miramos casi 15 clubes y el América era el club que el directivo quería, le interesaba, con poca deuda, bien administrado, que gastaba lo que tenía y la asociación estaba bien organizada financieramente. Era un lugar donde vimos que podíamos hacer aportes enfocados en reconstruir el club, enfocados en el fútbol y no hacer mucho esfuerzo para resolver deudas o hacer recuperaciones judiciales.
¿Cómo es la relación entre el club potiguar y el América de Minas Gerais y Río de Janeiro? Vamos a defender que el nuestro es el América más grande. Eso es lo que queremos intentar posicionar. Pero antes de posicionarnos hacia afuera, queremos posicionarnos mucho hacia adentro. Adentro ya está claro y necesitamos volver a ser competitivos y tragarnos al América Mineiro. Sólo podremos hacerlo siendo competitivos en el fútbol. Los nordestinos estaban muy atrasados en cuanto a crecimiento estructural, pero ahora está claro que son los que más van a crecer, repitiendo otros modelos en la región.
