El Ministerio de Salud libanés informó que tres personas murieron en los ataques llevados a cabo por Israel en el sur del país, en la madrugada del domingo (25).
El alcance total de los daños tras el fuego cruzado entre Israel y el Hezbollah, un grupo paramilitar respaldado por Irán, aún no ha sido contabilizado. Según la autoridad sanitaria libanesa, dos personas murieron en la aldea de At Tiri, en Nabatiyeh, y otra en la ciudad de Khiyam.
En un comunicado, el movimiento Amal, un grupo chií aliado con Hezbolá, dijo que uno de sus combatientes murió «mientras cumplía con su deber nacional y yihadista en defensa del Líbano y el sur».
El bombardeo
del domingo provino de las bases de Hezbollah en el Líbano, en represalia por el asesinato asesinato de su máximo comandante el mes pasado en un ataque israelí.
En un intento por frustrar el gran ataque, Israel lanzó 100 aviones de combate para bombardear 40 de los objetivos del grupo en territorio libanés. El gobierno también declaró una emergencia.
Hezbollah dijo que la operación fue un «éxito», ya que atacó 11 sitios militares israelíes, disparó más de 320 cohetes y envió aviones no tripulados al norte de Israel.
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