Un coronel retirado del Ejército, que tuvo al menos seis reuniones con Jair Bolsonaro (PL) en los palacios de Planalto y Alvorada en 2019, es mencionado como informante por el expresidente en una reunión sobre el caso de las «rachadinhas» que involucran a su hijo Flávio Bolsonaro. El magistrado Alexandre de Moraes, del STF, hizo público un audio de agosto de 2020 en el que el expresidente discutió el uso de la máquina federal para anular la investigación. En la reunión, el exmandatario se comprometió a ponerse en contacto con la Receita Federal y con Serpro para buscar pruebas del acceso ilegal a los datos de Flávio.
Además de Bolsonaro, a la reunión asistieron el entonces jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, Augusto Heleno, el entonces director general de la Abin (Agencia Brasileña de Inteligencia) Alexandre Ramagem (PL) y dos de las abogadas de Flávio, Luciana Pires y Juliana Bierrenbach.
La reunión tuvo lugar el 25 de agosto de 2020. Bolsonaro dijo que la persona que le pasó la información era «un coronel del Ejército» y, en una aparente ironía, agregó que debería «haberla intercambiado por el servicio secreto ruso».
Luego, Bolsonaro dice que ha olvidado su nombre, momento en el que Augusto Heleno dice que sabe quién es la persona, pero también muestra cierta vacilación al recordarlo. Mencionó a «Magela» y Bolsonaro repitió el nombre.
Según Folha de São Paulo, fuentes cercanas al caso dicen que, en realidad, la persona mencionada es Carlos Alberto Pereira Leonel Marsiglia, coronel retirado del Ejército.
Los registros de la agenda pública de Bolsonaro durante la presidencia revelan que se reunió con Marsiglia seis veces en la primera mitad de 2019, cinco de las cuales fueron reuniones privadas. La primera tuvo lugar el 28 de marzo y la última el 23 de mayo.
La única reunión en la que la agenda de Bolsonaro indica la presencia de más participantes fue el 22 de mayo, un día antes de la última reunión, cuando estuvieron presentes los ministros de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, y de Economía, Paulo Guedes.
Marsíglia es hermano de un auditor de la Receita Federal de Río de Janeiro, quien junto a otros colegas estuvieron involucrados en una disputa con la agencia. El caso fue utilizado por la defensa de Flávio Bolsonaro para argumentar que hubo un acceso ilegal a datos fiscales a través del Servicio de Ingresos Federales.
En total, cinco auditores fiscales de Río de Janeiro estaban siendo investigados bajo sospecha de enriquecimiento ilícito. Dicen que son objeto de una persecución interna basada en denuncias inventadas y acceso ilegal a sus datos fiscales.
De acuerdo con una hipótesis que la defensa de Flávio Bolsonaro presentó al gobierno y a la PGR, las dos agencias de la Receita Federal en Río, la Oficina de Relaciones Internas de la 7ª Región Fiscal (Escor07) y la Oficina de Investigación y Extravío de la 7ª Región Fiscal (Espei07), habrían accedido criminalmente a los datos fiscales del senador y producido el informe de la Coaf (agencia de inteligencia financiera vinculada al Ministerio de Economía) que originó, En 2018, la investigación contra el hijo del presidente.
Flávio Bolsonaro y otros parlamentarios de la Asamblea fueron investigados bajo sospecha de practicar corrupción al apropiarse de parte de los salarios de sus asesores, además de otras posibles irregularidades.
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