Según el último Censo (2022) de la Sociedad Internacional de Cirugía de Restauración Capilar (ISHRS), se ha producido un aumento del 10% en las denuncias de calvicie en mujeres, lo que supone el 40% de las pacientes femeninas que buscan tratamiento médico basado en el trasplante capilar.
La calvicie y la caída del cabello afectan a la autoestima de las personas, lo que provoca una mayor demanda de tratamientos naturales y de procedimientos más definitivos, como los implantes capilares, cuya demanda ha aumentado un 152 por ciento en 10 años.
La caída del cabello es consecuencia de diversos factores, como el estrés, el envejecimiento, los cambios hormonales, el uso de productos químicos, las enfermedades del cuero cabelludo, los antecedentes familiares de calvicie androgenética, entre otros. Sin embargo, el deseo de reducir la frente no se restringe a aquellos que sufren de calvicie.
Aún sin ninguno de los factores mencionados anteriormente, hay personas que tienen una línea de cabello más alta, lo que les da la apariencia de una frente más grande. Se trata de una condición puramente estética, que puede molestar o no.
Pero según estudios, el tamaño de la frente ha molestado cada vez más sobre todo a las mujeres, por lo que ha aumentado la popularidad de algunos procedimientos destinados a resolver este problema. Entre los tratamientos más recomendados por los especialistas, el trasplante capilar sería el más recomendable para reducir la frente de una forma más natural, debido a la ausencia de cicatrices.
En la clínica donde trabaja José Carlos Maruoka, médico especialista en trasplante capilar, en São Paulo, la mayoría de las mujeres que acuden al trasplante capilar lo hacen con el objetivo de reducir la línea de la frente y las entradas. Una vez identificado el origen del problema y realizado el tratamiento clínico adecuado, se puede iniciar el trasplante. El doctor explica la operación capilar responsable de la reducción de la frente:
«La línea natural del cabello del paciente se redibuja unos centímetros hacia abajo, lo que dará lugar a una frente más proporcionada al rostro. También se reducen las entradas laterales, lo que hace que el rostro de la mujer parezca más joven. Para la operación, los pelos se recogen de la parte posterior de la cabeza de la paciente», explica el doctor.
Para que los resultados sean lo más naturales posibles, el médico observa varios detalles, como la altura de la línea de implantación, la colocación y dirección de los pelos, que debe imitar la distribución de los pelos naturales, y la elección de los pelos más finos y delicados que se utilizarán más adelante.
«Tanto para hombres como para mujeres, este procedimiento requiere mucha atención y detalle para que el resultado final se acerque más al natural, ya que seguimos la línea del pelo según la forma de la cara. En el caso de las mujeres, la línea del cabello es más abierta que en los hombres, lo que hace que el resultado final sea más suave. «
La cirugía considerada exitosa para bajar la línea de la frente con trasplante capilar no sólo implica la técnica utilizada, el especialista también comenta la técnica FUE con DNI, uno de los procedimientos más recomendados para la operación.
«Aunque sea la más recomendada, no significa que sea la ideal. Siempre es necesaria una valoración médica ya que, como se ha comentado, todo el marcaje de la línea frontal se realiza para armonizar el rostro del paciente. La técnica FUE permite la precisión necesaria en la implantación de los folículos, realizada uno a uno, y genera menos traumatismos al ser microinvasiva. También garantiza un buen crecimiento del cabello al evitar que se dañen los folículos implantados. También es esencial para un marcado natural, ya que podemos implantar entre pelos (diferenciación de densidad) y con una angulación óptima», afirma Maruoka.
Bajar la línea de la frente con un trasplante capilar en quienes no padecen calvicie suele ser el deseo de algunas mujeres insatisfechas con su propia naturaleza estética, así como de mujeres y hombres que se han sometido a un lifting facial.
Según el doctor, en el caso de las mujeres, lo que suele provocarles inseguridad a la hora de elegir la técnica de trasplante capilar a utilizar es imaginar que habrá un rapado total de la cabeza para la mayor eficacia de la técnica FUE para corregir la calvicie.
«El rapado total no es necesario. Se puede realizar en el lugar específico que donará los folículos. Lo que siempre pedimos es el máximo cuidado. Entender que el lavado no será el habitual, que la zona donante también sufrirá un proceso de cicatrización y que hay que seguir estrictamente todas las indicaciones médicas», señala el especialista, advirtiendo sobre los cuidados que conlleva la operación.
Con la cirugía capilar, las mujeres pueden tener una forma de cara más armoniosa y juvenil, y con resultados definitivos, ya que el pelo de la zona donante es permanente. «Si no estás a gusto con el tamaño de tu frente, acude a un equipo especializado para que primero valore y compruebe la salud de los folículos y después realice el trasplante capilar, seas hombre o mujer, ambos pueden someterse a este procedimiento para reducir la frente», concluye la profesional.
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