Como en toda relación, creo que empezar por el principio es fundamental, ¿no? Así que allá voy. Hola, soy Gilmar Junior y tengo una relación íntima con el deporte. Ahora un poco más de explicación. De mis 30 años, al menos 25 los he dedicado al deporte. Empecé a dar patadas a un balón redondo de niño y perseguí mi sueño de ser futbolista hasta casi los 17 años. Incluso llegué a disputar el Campeonato Paulista sub-15 en 2008 con el Clube Atlético Taboão da Serra (el difunto C.A.T.S.). Con el tiempo me di cuenta de que el sueño de ser jugador cambiaba, pero el deseo de permanecer cerca del deporte era siempre el mismo. Fue entonces cuando tomé la decisión de estudiar comunicación social con especialización en periodismo con un único pensamiento: necesito estar cerca del deporte. Y puedo decir que lo conseguí algunas veces. Aunque no la mayoría de las veces, pude cubrir la Copa Paulista de Fútbol Juvenil (entrevisté a Zé Rafael, del Palmeiras, cuando estaba en el Coritiba, allá por 2012 en mi querido Taboão da Serra) y cubrí varios partidos del CATS en las Copas Paulistas y la serie A3 de los Campeonatos Paulistas. Viajé mucho por São Paulo. Pero todavía notaba que faltaba algo, ¿sabes? Cuando trabajaba en comunicación corporativa T.C.C. relaciones con la prensa, tuve la oportunidad de trabajar con marcas deportivas e incluso en un evento de la UFC (aquel en el que Vitor Belfort luchó contra Michael Bisping en 2013). Fue entonces cuando empecé a darme cuenta de que la industria del deporte me cautivaba tanto como el deporte en sí. Lo supe con certeza en 2014, cuando Vinicius Lordello (hablaré de este ser humano de luz más adelante) me invitó a colaborar en el blog Esporte Executivo, que en ese momento daba sus primeros pasos en Exame.com. Pues bien, mi trabajo en Esporte Executivo me dio mucho contacto con el área de marketing y negocios deportivos. Entrevisté, tomé notas y me dio una experiencia que no había tenido antes. Esto me hizo querer profundizar en el tema. Fui a Trevisan Escola Superior de Negócios y cursé el MBA en Gestión y Marketing Deportivo. Y a partir de entonces, mi acercamiento al estudio del mercado deportivo nunca se detuvo. Entre varias pequeñas, medianas y grandes experiencias en el ínterin, nunca he dejado de ser un deportista practicante. He mencionado antes que empecé mi vida pateando una pelota redonda. Pero desde 2012 tengo un amor ovalado: el fútbol americano. Compitiendo desde 2013 en flag football 8×8, he podido vivir el ascenso de un deporte desconocido al nivel de deporte olímpico (el flag football 5×5 estará en los Juegos de Los Ángeles en 2028). Soy safety (no se me da mal. Me gusta hacer alguna intercepción de vez en cuando) y defiendo con orgullo los colores de los Brasil Devilz, tres veces campeones metropolitanos de este deporte aquí en São Paulo.
Y fue a través del flag football que me di cuenta de que necesitaba dar dos pasos más: el primero era perfeccionarme en términos de experiencia, porque es el deporte, cuando miramos a la NFL por supuesto, que mejor lleva esto a sus consumidores. Por eso hice un curso de posgrado en la ESPM y actualmente estoy cursando un máster en gestión de la experiencia del consumidor; y el segundo paso fue algo que me di cuenta de que podía aportar al sector desde mi experiencia. De ahí surgió la idea del blog, que plasmé en papel después de darle muchas vueltas. Hoy en día, este blog existe y en él pretendo reunir reflexiones sobre mis estudios en relación con la experiencia del consumidor deportivo en las disciplinas deportivas y los eventos que se celebran, así como intentar traducir lo que ocurre en la industria del deporte. Planeo notas, entrevistas y de vez en cuando una mirada de opinión sobre este mundo de pelotas, raquetas y motores.
Otro hecho que no podía dejar de mencionar es que mi forma de existir es a través del deporte. Creo que es precisamente en el deporte donde las cosas se materializan y cobran sentido. Para bien o para mal. Es donde sucede lo inesperado o donde terminan los capítulos más tristes. Originalmente, el nombre del blog era El deporte es experiencia. La frase lo dice todo. Sensorialmente, el deporte proporciona un mar de sensaciones dentro y fuera del cuerpo que hace inevitable esta conclusión. Pero no puedo terminar aquí este texto sin dejar mi enorme agradecimiento público a Vinicius Lordello. He querido romper el protocolo periodístico y hablar de la persona antes que del trabajo. Vini es, ante todo, un ser humano fantástico y un amigo muy servicial que me ha apoyado en este viaje. Es mi mayor referencia sobre el tema y mi mayor provocador/alentador en este sentido. Vini es actualmente Director de Inteligencia de Máquina do Esporte y cuenta con una dilatada carrera profesional con exitosas etapas en clubes de fútbol. Es el mayor experto brasileño en reputación en el deporte. Gracias de nuevo, Vini. El nombre original del blog fue una sugerencia tuya. Así que eso es todo, amigos míos. Esta es mi primera visita aquí. Mi presentación y mi compromiso de volver aquí para vivir el deporte, que, en mi opinión, es donde la vida tiene sentido.
