Los momentos de alegría y emoción suelen ser memorables. Sin embargo, para Polly Fisher, de 58 años, la emoción era tal que el placer se convirtió en un vacío total en su mente. Después de una relación sexual de 10 minutos, la residente de Rotherham tuvo un orgasmo intenso que la dejó con amnesia global transitoria, una condición que puede ocurrir durante la mediana edad después de una actividad extenuante repentina. La imagen de la inglesa es ultra rara.
En una entrevista con el Daily Star, el esposo de Polly, Mick Thacker, un cartógrafo de 61 años, dijo: «Fue lo más aterrador que he presenciado. Pensé que estaba teniendo un derrame cerebral. En la ambulancia, todos los planes que habíamos hecho para nuestra jubilación juntos pasaron por mi cabeza. Todo había terminado. Pensé que todo había terminado».
Mick explica que tuvo relaciones sexuales con la mujer después de llegar a casa del gimnasio y encontrarla duchándose: «Se veía increíble, como siempre, y una cosa llevó a la otra». Y continúa: «Tuvimos sexo. No tardó mucho: un rapidito y nada inusual. Pero recuerdo que Polly tuvo un orgasmo realmente masivo, mucho más intenso de lo que recuerdo que había tenido antes».
La pérdida de memoria de Polly, sin embargo, no fue instantánea, y la pareja bebió café después de unos 15 minutos, momento en el que la inglesa se quejó de que se sentía extraña: «Parecía un poco vaga. Se sentó y empezó a entrar en pánico. Ella rompió a llorar. Ella decía: ‘Tengo miedo. Tengo miedo’. Pensé que estaba teniendo un derrame cerebral».
Polly fue llevada al hospital, mostrando solo pérdida de memoria a corto plazo, sin otros síntomas de accidente cerebrovascular. Las pruebas no mostraron nada anormal en la salud de la mujer. Recordaba a su marido, pero no recordaba la fecha, ni lo que había hecho en el baño, ni quién era el primer ministro británico. Incluso cuando su esposo le contó la información, rápidamente se olvidó de ella.
Al principio, el equipo médico creyó que se trataba de un accidente isquémico transitorio, que es un período corto de síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular. Sin embargo, la hipótesis fue descartada cuando se cuestionaron cuál podría ser la razón de la afección.
El cartógrafo, rojo de vergüenza, afirmó que la pareja acababa de tener relaciones sexuales. Un médico recordó entonces un caso de amnesia global transitoria, en el que un nadador estuvo expuesto a agua helada y que la afección podría ser causada por las relaciones sexuales.
Después de días de pruebas, se confirmó el diagnóstico de Polly y la inglesa fue dada de alta. Según el equipo médico, podría producirse una nueva amnesia, pero que solo se ha reportado una recurrencia en el 6% de los casos y no es grave.
Polly dice: «Todavía no recuerdo lo que me pasó. Perdí unas siete horas de mi vida. Pensé que volvería poco a poco, pero ha pasado un mes y afortunadamente nada ha cambiado».
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