Una esmeralda en bruto que pesa unos impresionantes 137 kg fue el centro de atención en una subasta celebrada el martes (28) en Campinas, São Paulo.
Con dimensiones de 60 cm de alto por 20 cm de ancho y profundidad, la piedra originaria de la Mina Caraíba, en Pindobaçu, Bahía, sorprendió a los participantes por su rareza.
La subasta atrajo la atención de coleccionistas, museos y universidades interesados en esta rara pieza de valor geológico.
El ganador de la subasta no fue divulgado públicamente, pero la oferta final alcanzó la marca de R$ 175 millones, a partir de una oferta mínima de R$ 115 millones.
El valor final de la esmeralda en bruto sorprendió a muchos expertos y observadores del mercado de gemas preciosas, ya que estimaciones anteriores sugerían que su valor podría fluctuar entre R$ 154 millones e incluso R$ 500 millones.
Esta diferencia entre la estimación y el valor final ha suscitado debates sobre la infravaloración de la piedra en subasta.
La esmeralda en cuestión no es la única piedra de gran tamaño y valor descubierta en la región de Bahía.
También se encontraron otras piedras preciosas, como una de 380 kilogramos valorada en US$400 millones (descubierta en 2001) y una de 360 kilogramos conocida como «Esmeralda Bahía» valorada en US$300 millones (encontrada en 2017), sin embargo, no se detalló el destino de estas piedras.
Según el informe técnico geológico, esta esmeralda en bruto no sigue los métodos de valoración estándar del mercado de la joyería debido a su excepcional rareza y belleza.
Su valor comercial está indicado principalmente para coleccionistas, museos e instituciones académicas interesadas en adquirir este tipo de piezas.
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